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Reflexiones del viaje de estudio sobre derechos civiles.  

En noviembre, Hispanics in Philanthropy (HIP) y ABFE compartieron una semana explorando el movimiento de derechos civiles en un viaje colectivo a Atlanta, Georgia y Montgomery, Alabama. Juntas, profundizamos en los sistemas y políticas del pasado ​​y presente que han impedido que las comunidades afro y latinas colaboren plenamente en iniciativas para erradicar las disparidades sociales que que ambas comunidades enfrentamos. 

El viaje permitió a las y los participantes – incluyendo a nuestros equipos de trabajo, miembros de nuestras juntas, y aliados absorber hechos, escuchar relatos de primera mano de la historia estadounidense y desacreditar narrativas que han existido por mucho tiempo y que fueron diseñadas para evitar un progreso tangible. El tiempo compartido fue un esfuerzo por profundizar en la experiencia de las personas afroamericanas y afrolatinas del sur mientras nos fortalecían con herramientas importantes para continuar avanzando equitativamente en el camino hacia la justicia y la liberación de nuestras comunidades que se encuentran intrínsecamente conectadas. 

“Un tiempo después y todavía estoy procesando. Este viaje acaba de abrir la puerta – ahora es mi responsabilidad continuar la exploración de esta parte de la historia estadounidense”, dijo Lina Cardona, gerente de operaciones de membresía de ABFE. “Fue un privilegio tener esta experiencia en comunidad porque brindó un ambiente de apoyo para recibir material tan pesado”. 

Este viaje de estudio de los derechos civiles incluyó visitas al Centro Nacional para los Derechos Civiles y Humanos, la tumba de Martin Luther King, Jr. en Atlanta, Georgia, el Museo del Legado y el Monumento Nacional por la Paz y la Justicia en Montgomery, Alabama. Además estas visitas, cada día los participantes fueron inspirados y motivados a tomar acción a través de presentaciones y paneles de líderes de derechos civiles, agentes de cambio e íconos.


El viaje se enriqueció aún más por la sabiduría de la Sra. Minnijean Brown-Trickey, una de las integrantes de ‘Little Rock Nine’ que integraron la Escuela Secundaria Central en Little Rock, Arkansas en 1957, y la Sra. JoAnne Bland, cofundadora y ex directora del Museo Nacional del Derecho al Voto y una de las activistas más jóvenes en participar en el Movimiento por los Derechos Civiles en Selma, Alabama.

Minnijean Brown-Trickey compartiendo su historia.

Sus relatos de primera mano sobre abuso, terror racial y activismo sirvieron como contexto adicional a nuestra experiencia mientras viajamos entre Atlanta y Montgomery. El liderazgo y participación de ambas destacó la importancia de poner en el centro  las narrativas en primera persona y crear un espacio para contar con precisión las historias de las afroamericanas. Este trabajo de cambio narrativo es fundamental para desarrollar soluciones para promover la equidad racial y la justicia social.  


Las personas afroamericanas y latinas no son un monolito. Estas comunidades están compuestas de personas con distintos contextos. En ABFE, nuestros empleados son personas caribeñas de primera y segunda generación, expatriados de Africa de primera generación y personas empleadas que actualmente viven en los estados del sur, así como en otras partes de los EE. UU. Cada asistente procesó las complejidades de la esclavitud, la violencia racial, leyes de Jim Crow y encarcelamiento masivo a través del lente de su herencia personal. Kyumon Murrell, entrenador y asesor de ABFE, nació y creció en Nueva York – muy alejado de la confederación – se sorprendió al saber que el 50 % de los neoyorquinos en algún momento fueron esclavistas.

Cartel de comercio de esclavos de Montgomery, Alabama

“Crecer a solo unos pasos del mar en Puerto Rico ha tenido un impacto tan profundo en mi identidad. Fue impactante verlo bajo una nueva luz en el Museo del Legado – como el transporte que se utilizo para la trata de personas esclavizadas a través del transatlántico”, compartió Ana Marie Argilagos, presidenta y directora ejecutiva de HIP. “12.5 millones de personas provenientes de Africa fueron llevados al Caribe, América Latina, y los Estados Unidos. Cómo comunidad latina tenemos que tener en cuenta este hecho y el legado de violencia que persiste a través de sistemas diseñados para mercantilizar a las personas. No podemos superar lo que nos negamos a reconocer”.

“Lo que mucha gente no entiende es que América Latina recibió más personas esclavizadas que en toda la historia de la trata de personas esclavizadas en los EE. UU. La supremacía blanca y sus tácticas colonizadoras de miedo, violación, genocidio y esclavitud se perfeccionaron con las comunidades indígenas primero, con la llegada de los españoles, luego con la llegada de personas africanas esclavizadas”, señaló Jazmin Chavez, vicepresidenta de innovación, equidad y comunicaciones de HIP. “Este sistema fue transportado a los Estados Unidos una vez que se establecieron esos puertos y esta traumática tragedia continuó. Tenemos una historia compartida, una memoria compartida de este trauma, pero no lo enfrentamos, no lo reconocemos por nuestra propia anti-negritud y anti-indigenismo en nuestra comunidad y el trauma y el miedo que llevamos por ser tratados como 'otros' en Estados Unidos”. 

Desafortunadamente, era evidente que el movimiento de derechos civiles era una agenda inconclusa y que las mismas tácticas utilizadas entonces continúan hoy. Desde la manipulación de distritos hasta la intimidación de votantes y la violencia racial, nuestras comunidades colectivas siguen siendo marginadas por los sistemas de supremacía blanca. Y, sin embargo, las mismas tácticas para organizar comunidades de color a favor de su representación política y la autodeterminación continúan de la misma forma hoy con  organizaciones en el sur que registran y organizan comunidades de color y votantes.  


En Montgomery, Alabama, Bryan Stevenson, fundador y director ejecutivo de Equal Justice Initiative nos dijo: “El verdadero mal de la esclavitud fue la narrativa que la justificó, creando una ideología de supremacía blanca que persiste hoy”. Esta ideología contribuyó a la evolución de la esclavitud a la segregación a lo que ahora es el encarcelamiento masivo de hombres negros, así como la detención y separación de solicitantes de asilo, migrantes y sus familias. El destacó un sistema que continúa apuntando y beneficiándose de los cuerpos de personas de color.

Museo del Legado, Montgomery, Alabama

Una de las ideas principales que resonó a lo largo del viaje fue la noción de “memoria colectiva” frente a la memoria individual y la importancia de decir la verdad. Bryan Stevenson explicó el poder de decir la verdad, de reformular las conversaciones sobre daño y reparación para mover corazones y mentes hacia nuestra visión de liberación. Alejandro Avilés, director asociado de network engagement en HIP compartió que “necesitamos un cambio de mentalidad fundamental sobre cómo entendemos los desafíos y las soluciones en el Sur, desde las políticas hasta la infraestructura y el encarcelamiento. Nos enfrentamos a obstáculos multigeneracionales dentro de sistemas diseñados para preservar una jerarquía racial. Por lo tanto, no podemos esperar lograr la justicia en un ciclo de subvenciones”.

Cuando relatamos la verdad y nos reconciliamos con lo que se perdió debido a las estructuras y el legado de la supremacía blanca, es posible visualizar las reparaciones. Por ejemplo, muchos personas negras veteranas y sus familias enfrentaron una discriminación sistémica al intentar obtener recursos del ‘GI Bill’ (Ley de reajuste de militares de 1944), una ley que podría haber generado riqueza y brindado una variedad de beneficios para las personas veteranas que regresaban de la Segunda Guerra Mundial. O cuando contamos la verdad sobre los orígenes y la evolución de la policía como una forma de mantener la jerarquía racial percibida después de la Guerra Civil estadounidense, es posible desfinanciar a la policía. El Monumento Nacional por la Paz y la Justicia de Equal Justice Initiative conmemora a las más de 4,000 personas negras que fueron linchadas en los Estados Unidos. El memorial proporcionó un ejemplo visceral de cómo el sistema policial fue diseñado para perpetuar prácticas cómplices que socavan la seguridad pública y crean daño y cómo estas prácticas continúan hasta el día de hoy. Imagine el impacto que tendría en nuestras comunidades si volviéramos a priorizar los recursos desproporcionados que reciben las fuerzas del orden frente a los servicios sociales, la educación y más.

Para algunos, el viaje reafirmó su compromiso con el avance de las coaliciones multirraciales en el sur. Bayoán Rosselló-Cornier, director asociado de creación de poder y justicia en HIP compartió lo agradecido que estaba de tener líderes comunitarios del sur en persona para compartir “las formas en que están desafiando los ataques a los derechos por cuales han luchado con tanto esfuerzo, abordando el compromiso cívico a través del estado de ciudadanía y confrontando la anti-negritud en la comunidad latine”.

Panel de construcción de coaliciones multirraciales.

El viaje destacó la importancia de las alianzas y lo que pueden aportar cuando lideramos con compasión y empatía, que podemos entrar en ellas con una comprensión abierta y compartida de cómo se conectan nuestras experiencias. Utilizamos la empatía para conectarnos profundamente con un legado histórico que continúa perpetuando el daño en nuestras comunidades. “Comprender las historias de cada uno es el primer paso, pero ¿cómo aplicamos esa lente histórica para informar el trabajo adelante?” dijo TJ Breeden, director de programas de ABFE. “Necesitamos profundizar más y abordar los prejuicios dentro de cada una de nuestras comunidades para que podamos abordar colectivamente las disparidades sociales como un todo en lugar de como comunidades individuales”.

ABFE y HIP hemos enraizado nuestras visiones de éxito en la abundancia y continuaremos confrontando las falsas narrativas de escasez que nos harían creer lo contrario. El sector filantrópico trae sus propias limitaciones abrumadoras y, sin embargo, tenemos que reconocer el poder y la responsabilidad que tenemos para hacer avanzar la filantropía, a pesar de lo largo que pueda parecer el camino hacia la justicia, las reparaciones y la equidad. Es por eso que apoyamos la financiación del ecosistema de movimientos y organizaciones multirraciales alineadas con nuestra visión porque el camino hacia la liberación y la justicia no se basa únicamente en las victorias. También es por eso que buscamos conocer las historias y el trabajo de líderes como la Sra. Minnijean Brown-Trickey y la Sra. JoAnne Bland, para aprovechar lo que ya nos han brindado. Se trata de tomar la antorcha y convertirnos en conductores de poder para que la próxima generación no tenga que luchar tan duro por el mundo que sabemos que es posible.