La alternativa de salir en caravana no es un fenómeno nuevo, el éxodo masivo de 2018 en la que vimos movilizarse desde Centroamérica, cruzando México y llegando a la frontera de USA a más de 7 mil personas, fue la muestra más evidente de la necesidad de miles—y cientos de miles—de personas de huir de sus países de origen. No se van, sus países los echan. Movilizarse en grupo les da seguridad, ofrece protección para la cada vez más peligrosa ruta migratoria en su paso por México, en particular para colectivos más vulnerables como personas mayores, niños y niñas o personas con discapacidad. Viajar en grupo implica no tener que pagar a un coyote (traficante), por eso la mayoría de las personas de estos éxodos masivos, no tienen nada, no traen nada, son las más pobres.
El fenómeno migratorio de los últimos tiempos es una realidad sumamente compleja, con numerosas causas raíz: ya no solo es la falta de empleo o de oportunidades para estudiar, lo es sobre todo la violencia y la desigualdad sistémica, gobiernos ilegítimos o las malas políticas que favorecen por ejemplo la acaparación de tierras para monocultivos como la palma africana.
Entender que los flujos migratorios actuales en nuestra región son en su mayoría flujos de migrantes forzados, nos debería llamar a pensar, diseñar e implementar políticas y soluciones desde una perspectiva de respeto irrestricto a los derechos humanos, humanitaria y de protección, de seguridad humana, no de seguridad nacional. Soluciones que apunten a respuestas integrales y realistas en favor de las personas a nivel local, nacional y regional.
Entender que son personas, con historias de vida, plagadas de carencias y violencias sufridas, que quieren, desean y merecen la oportunidad de acceder una vida mejor, nos debería llevar a reforzar los existentes y ya regulados sistemas de asilo en lugar de restringirlos en vez de crear programas como el “Remain in Mexico” o presionar para convertir en tercer país seguro a los mismos países que expulsan gente. Deberíamos buscar alternativas de trabajo digno y de vida sin violencia para quienes llegan y para que las que están, tengan opciones y no se vean obligadas a huir. Nos ayuda a poner en valor el trabajo de acompañamiento, observación y defensa de los derechos humanos que realizan las organizaciones de sociedad civil. Pero sobre todo, conocer y entender nos ayuda a no discriminar y no criminalizar por su origen y condición a quienes buscan una vida mejor.
Porque mejores políticas y prácticas nos beneficia a todas y todos como sociedad, porque siendo conscientes de las vulnerabilidades de unas personas nos hace mirar a otras, porque las políticas humanas son para todas las personas, no solo para las que llegan, también para aquellas olvidadas que ya están, sean de donde sean.
Desde Hispanics in Philanthropy nos solidarizamos con todas las personas que se ven obligadas a salir de su país. Valoramos, respetamos y apoyamos el trabajo realizado por las organizaciones de sociedad civil que acompañan y defienden en distintas formas—y desde distintos esfuerzos—los derechos de las personas migrantes. Defendemos el derecho a defender derechos.
Hoy más que nunca, seguiremos apoyando y trabajando junto a nuestras organizaciones aliadas en la búsqueda de la justicia social para las personas que deciden quedarse, que huyen, migran o son retornadas, de acuerdo a las obligaciones de los Estados de la región ante el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, en estricto apego al respeto de los derechos humanos de las personas migrantes, refugiadas y sus familias, y quienes hacen defensa de los derechos humanos. Y seguiremos buscando una prosperidad compartida en un mundo en el que quepamos todos y todas sin racismo ni discriminación.
Si quieres conocer más sobre el trabajo en terreno de organizaciones que apoyamos desde HIP en la frontera sur o con algún tipo de intervención en la región: CDH Fray Matías de Córdova www.cdhfraymatias.orgComunicados del monitoreo realizado los días de la movilización de la caravana http://caravanamigrante.ibero.mxKIND https://supportkind.org/Voces Mesoamericanas https://vocesmesoamericanas.org/In Defense of Migrants
The option of leaving by caravan is not a new phenomenon. The exodus of 2018—in which we saw more than 7,000 people move from Central America, through Mexico, until arriving at the U.S. southern border—was the most evident show of the need of thousands of people to flee their country of origin. They do not leave, they are pushed out. Moving in groups provides security; it offers protection from the increasingly dangerous migratory route through Mexico, particularly for highly vulnerable such as the elderly, children, or people with disabilities. Traveling in a group also implies not having to pay a coyote (trafficker), meaning that the majority of those making up the caravans have nothing; they are generally the poorest.
The modern migratory phenomenon is extremely complex, with various root causes: it is no longer simply the lack of employment or opportunities for study, it is now more due to violence and systemic inequality, illegitimate governments, or bad policies that favor, for example, amassing land for monocultures such as African palm.
Understanding that the current migratory flow in our region is in its majority one of forced migration should push us to consider, design, and implement policies and solutions based in the values of unrestricted human rights and human safety rather than national security. These solutions should take an integrated and realistic approach in favor of people at the local, national, and regional levels.
Knowing that migrants are people, with life experiences and stories, plagued by scarceness and violence that want, desire, and deserve the opportunity to access a better life, we should work to reinforce existing and regular asylum systems instead of creating policies like Remain in Mexico or pressuring the same countries that are expeling people to become safe third countries. We should find alternatives for dignified work and a life without violence for those arriving and those that have already migrated; everyone should have options and not be forced to flee. It helps to put a value on the work of accompaniment, observation, and defense of human rights performed by civil society organizations. But above all, knowing and understanding this plight helps us to not discriminate based on origin or situation and to decriminalize those in search of a better life.
Better policies and practices will benefit all of us as a society—because being conscious of others’ vulnerabilities allows us to see each other, because humanitarian policies are for all of us, not just those arriving or the forgotten who are already here, wherever that may be.
Hispanics in Philanthropy stands in solidarity with all those who have been forcibly displaced. We value, respect and support the work done by civil society organizations accompanying and defending migrant rights. We also defend the right to defend human rights.
Now more than ever, we will continue to support and work alongside our allied organizations working towards social justice for those who decide to stay, migrants, detainees, and deportees in accordance with the obligations of the regional states that are part of the International Declaration of Human Rights, and in strict adherence to the human rights of migrants, refugees and human rights defenders. We will continue searching for a global shared prosperity without fear or racism or discrimination.
If you would like to learn more about the on-the-ground work of our allied organizations and grantees, please visit:CDH Fray Matías de Córdova www.cdhfraymatias.orgMonitoring of the caravan (in Spanish) http://caravanamigrante.ibero.mxKIND https://supportkind.org/Voces Mesoamericanas https://vocesmesoamericanas.org/
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