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Respuesta a la visita de Vicepresidenta de EUA Kamala Harris a Guatemala y México

CIUDAD DE MÉXICO — La semana pasada, la administración Biden hizo una escala en Guatemala en su primera gira internacional a América Latina que socavó la responsabilidad de los Estados Unidos de garantizar el derecho humano básico al asilo. La visita de la vicepresidenta Kamala Harris subrayó este mensaje diciendo “no vengas” a los migrantes que huyen de la violencia, la discriminación y la pobreza en los países de América Latina.

Este tono drástico es un eje de las promesas de campaña que hizo el presidente Biden para reformar el sistema de inmigración quebrado en Estados Unidos. Esto incluyó pasar a una recepción más humana y digna de los migrantes en nuestra frontera sur de toda la región. Aunque la administración de Biden ha comenzado el proceso de deshacer algunas de las políticas severas de la era Trump, el historial de migración de Biden ha sido, en el mejor de los casos, mixto.

Desde el Programa de Migración y Desplazamiento Forzado de Hispanics in Philanthropy (HIP), junto con la red de más de 40 organizaciones basadas en México y Centroamérica que apoyamos en la región, hemos seguido de cerca los asuntos migratorios que son importantes para la región, incluyendo el fin del Programa de Protocolos de Protección al Migrante (MPP). Creemos que este viaje podría haber sido una oportunidad para iniciar una conversación genuina sobre las causas fundamentales de la migración masiva, incluida la desestabilización de la región por la intervención de los Estados Unidos. A medida que se implementan nuevas políticas, instamos a la Administración a no pasar por alto la complejidad de la realidad migratoria y a incluir las recomendaciones de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en primera línea para defender los derechos de los migrantes. En los últimos días, estas organizaciones han denunciado y propuesto cambios en las políticas y dinámicas que han afectado de manera constante la vida de las personas de manera tan profunda que su única alternativa ha sido migrar.

Luis Marcos Co-Director Ejecutivo de Comunidad Maya Pixan Ixim, parte de la red de HIP, compartió con nosotros que “las insensibles palabras de la vicepresidenta Harris al pueblo de Guatemala y a la Nación Maya, primero, ignoran que Guatemala como Estado está en Territorio Maya en virtud de la Estructura Legal Internacional conocida como la Doctrina del Descubrimiento. En segundo lugar, sus palabras ignoran las obligaciones de Estados Unidos en virtud del Derecho Internacional, así como su obligación moral con la humanidad. Esto incluye su compromiso de respetar el derecho de los perseguidos a buscar asilo como refugiados, y los derechos preexistentes de los pueblos indígenas a migrar, como se reconoce en el artículo 36 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Ya es hora de que los Estados Unidos reconozca su papel de expulsar a las personas de sus hogares en América Central y vivir a la altura de su responsabilidad en virtud del Derecho Internacional.”

Mientras las condiciones de inestabilidad socioeconómica y política no garanticen una vida digna y segura, las personas seguirán pensando que salir de su país es la única alternativa. Guiados por nuestra red, entendemos que:

  • Aunque la administración Biden ha estado en conversaciones con líderes del sector privado para impulsar la inversión económica a los países centroamericanos de El Salvador, Guatemala y Honduras, estas inversiones deben realizarse como una oportunidad para invertir en la región y garantizar condiciones justas y equitativas y pagar a los trabajadores en toda la región.
  • Todas las inversiones en la región deben apoyar y ser respetuosas con el medio ambiente, los territorios ancestrales y sus habitantes, particularmente en los Derechos de los Pueblos Indígenas.
  • Todas las propuestas que se propongan para Centroamérica necesitan reconocer, cuestionar y desmantelar los sistemas de opresión que durante décadas han generado relaciones neocoloniales entre los Estados Unidos y la region basadas en el racismo y la inequidad.

Mientras conseguimos todos estos cambios profundos, y tal como recomiendan un colectivo de  organizaciones en Guatemala, hay que insistir en una vía de fortalecimiento de la administración de justicia que garantice la independencia entre los poderes públicos para la lucha contra la corrupción, promover el enfoque de la seguridad humana en las fuerzas y en la administración pública. Se debe respetar y promover garantías de independencia de las organizaciones autónomas y del rol de la sociedad civil organizada. Y mientras las personas sigan en movimiento, garantizar la no separación familiar, la reunificación, un fundamento de la protección internacional para las personas que necesitan protección, el cumplimiento del principio de no devolución y del debido proceso terminando con las expulsiones arbitrarias y detenciones. 

Nuestro trabajo se fortalece con la generación de alianzas que ha construido un amplio movimiento de defensa de los derechos humanos de las personas migrantes en la región. HIP continuará apoyando y aprendiendo de estas organizaciones en primera línea que contribuyen a las soluciones a través de la incidencia y aquellas que brinden servicios a quienes deciden salir o se ven obligados a huir de sus países.

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HIP Responds to VP Harris’ Recent Guatemala/Mexico Trip 

MEXICO CITY —  Last week, the Biden Administration made a stop in Guatemala on their first international tour to Latin America that undermined the responsibility of the United States to guarantee the basic human right to asylum. The visit by Vice President Kamala Harris underscored this message by saying “do not come,” to migrants fleeing violence, discrimination, and poverty across countries in Latin America. 

This drastic tone is a pivot from the campaign promises President Biden made to reform the broken immigration system. This included moving to a more humane and dignified reception of migrants at our southern border from across the region. While the Biden administration has started the process of undoing some of the Trump-era hardline policies, Biden’s migration record has been mixed at best.

Hispanics in Philanthropy’s Migration and Force Displacement Program supports an ecosystem of more than 40 organizations in Mexico and Central America. Our partners have been first responders, shelters, and legal and policy advocates and community key to responding and receiving migrants impacted by problematic policies like the Migrant Protection Protocols Program (MPP). We believe Harris’s presence in the region could have been an opportunity to start a genuine conversation on the root causes of massive migration, including the destabilization of the region by U.S. intervention. As new policies are being implemented we urge the administration not to overlook the complexity of the migratory reality and to invite recommendations from civil society organizations working on the frontline to defend the rights of migrants. In recent days these organizations have denounced and proposed changes to the policies and dynamics that have consistently affected people’s lives so deeply that their only alternative is to migrate.

Luis Marcos Co-Executive Director of Comunidad Maya Pixan Ixim, a HIP grantee, shared with us that “VP Harris’ callous words to the people of Guatemala and to the Maya Nation, first, ignore that Guatemala as a State is on Maya Territory by virtue of the International Legal Construct known as the Doctrine of Discovery. Second, her words ignore the US’s obligations under international law as well as its moral obligation to humanity. This includes its commitment to respect the right of the persecuted to seek asylum as refugees, and Indigenous People’s pre-existing rights to migrate as recognized in article 36 of the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples. It is far past time for the US to recognize its role in driving people from their homes in Central America, and live up to its responsibility under international law.”

As long as the conditions of socioeconomic and political instability fail to guarantee a dignified and safe life, people will continue to think that leaving their country is the only alternative. That is why:

  • Although the Biden administration has been in talks with private sector leaders to boost economic investment to the Central American countries of El Salvador, Guatemala and Honduras, these investments should be made as an opportunity to invest in the region and ensure fair and just conditions, and pay for workers across the region.
  • All new investment initiatives in the region must support and be respectful of the environment, ancestral territories, and their inhabitants, particularly on the rights of Indigenous people. 
  • All the proposals for Central America need to recognize, question, and dismantle the systems of oppression that for decades have generated neo-colonial relationships between the U.S. and the region based on racism and inequity.

As we achieve these profound changes, and as recommended by organizations in Guatemala, we must insist on stronger justice systems in the region that guarantees the independence between public institutions to fight corruption and promote a humanized approach to security. Specifically, they call on leaders to respect and guarantee an independence of the organized civil society. And as long as people continue to move, guarantee family unity and reunification, compliance with the principles of non-return, a cornerstone of international protection for people in need of protection, and due process for asylum seekers, and ending arbitrary expulsions and detentions for all.

Our work is rooted in the generation of alliances that have constructed a broad movement to defend the human rights of migrants in the region. HIP will continue to support and learn from these organizations on the frontline that contribute to solutions through advocacy and provide services to those who decide or are forced to flee. 

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